El Ejército de Liberación Nacional (ELN) ha emitido una declaración oficial ordenando un paro armado nacional de 72 horas que comenzará este domingo 14 de diciembre a las 6:00 a.m. y finalizará el 17 de diciembre a la misma hora ⏰. En el comunicado, la guerrilla justifica esta medida de fuerza como una «protesta contra el plan neocolonial de Trump», argumentando que es una respuesta necesaria ante lo que denominan amenazas de intervención imperialista y estrategias de control extranjero en la región 📢.

Dentro de las directrices entregadas por el grupo insurgente, se advierte de manera explícita a la población civil para que no transite por carreteras ni ríos navegables durante los tres días de restricción 🚫🚤. El ELN asegura que informa esto por «vocación humanitaria» para evitar daños colaterales, pero enfatiza que sus unidades de control de vías estarán desplegadas para hacer cumplir sus instrucciones, lo que implica la instalación de retenes y la prohibición absoluta de movimiento vehicular y fluvial 🛑.

La situación reviste especial gravedad en el departamento de Arauca, donde los reportes oficiales y testimonios ciudadanos confirman que el control territorial del ELN es casi absoluto en diversos corredores y zonas rurales ⚠️. En esta región, el anuncio trasciende la retórica política y se convierte en una orden de facto que paraliza la vida cotidiana, afectando directamente la economía, el transporte y la libertad de los habitantes que quedan confinados bajo la amenaza de las armas 🏘️.

El comunicado también lanza una advertencia severa respecto a la seguridad: insinúan que cualquier civil que se movilice junto a caravanas de la Fuerza Pública será tratado como objetivo militar 🎖️. Aunque el grupo armado afirma que respetará a la población y sus bienes, dejan claro que actuarán contra lo que ellos denominan «saboteadores», trasladando la responsabilidad de cualquier incidente a quienes decidan desobedecer la orden de parálisis impuesta 🔒.

Mientras en la capital del país se analizan las implicaciones políticas de esta declaración, en los territorios afectados la realidad es de zozobra e incertidumbre. Las comunidades en zonas de influencia del ELN se preparan para un confinamiento forzado, evidenciando una vez más la capacidad del grupo para ejercer control social y territorial en áreas donde el Estado no ha logrado garantizar plenamente la seguridad y la libre circulación 🇨🇴.

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