Quién le responde a la familia de Lyan Hortúa, por la alta suma de dinero pagada por el rescate?
La familia de Lyan Hortúa, el niño de 11 años secuestrado durante 18 días en Jamundí, Valle del Cauca, confirmó públicamente que pagó una suma millonaria para garantizar su liberación. Sebastián Bonilla, tío del menor, afirmó que, aunque no se divulgará el monto exacto por motivos de seguridad, versiones de prensa indican que la cifra podría haber alcanzado los 4.000 millones de pesos. La decisión de negociar directamente con los captores se tomó en medio de una profunda angustia emocional y sin la participación de las autoridades.
Según relató Bonilla, un familiar cercano asumió el rol de intermediario y coordinó los términos de la entrega del dinero. La familia optó por mantener la negociación en secreto, por temor a poner en riesgo la vida de Lyan. “Nos dejaron endeudados, pero lo importante era la vida del niño”, expresó, añadiendo que su hermana, madre del menor, sufrió repetidas crisis nerviosas durante el cautiverio y debió ser hospitalizada en un centro psiquiátrico.
Ni la Defensoría del Pueblo ni la Alcaldía de Jamundí fueron informadas del pago. La defensora Iris Marín confirmó que la entidad no tuvo conocimiento de ninguna transacción y aclaró que su labor es exclusivamente humanitaria. Por su parte, la alcaldesa Paola Castillo reiteró que hasta el momento no se había reportado oficialmente ningún pago. Aunque no hay confirmación oficial sobre los responsables del secuestro, la familia sospecha que se trataría de disidencias del frente Jaime Martínez, por el modo de operación y la zona en la que ocurrió el hecho.
