La muerte de Sandra Reyes , recordada por su destacado trabajo actoral en Colombia, dejó un profundo vacío en la industria del entretenimiento. La actriz, quien murió el pasado 1 de diciembre a los 49 años a causa de un cáncer de seno, había dispuesto con antelación los detalles de su despedida, reflejando su amor por la naturaleza y su estilo de vida sencillo.
De acuerdo con declaraciones de Nicolás Reyes, primo de la actriz, el cuerpo de Sandra fue trasladado a una finca en Ubaté, Cundinamarca. Este lugar tuvo un significado profundo para la artista,ya que vivió allí varios años junto a su hijo Gerónimo , rodeada de la tranquilidad del campo.
Sandra describía este espacio como un santuario, un lugar donde encontró paz y reconexión con la naturaleza en medio de momentos difíciles. Durante una entrevista concedida a la revista Vea años atrás, la actriz compartió cómo esta finca fue su refugio durante un duelo complicado y cómo allí aprendió a respetar y cuidar la tierra.
En coherencia con su filosofía de vida, la actriz dispuso que sus cenizas fueran depositadas en ese lugar, cumpliendo así su deseo de regresar a la naturaleza que tanto valoró.
Sandra Reyes enfrentó su enfermedad con gran fortaleza, manteniéndola en estricta privacidad. Sus familiares relataron cómo prefirió llevar su batalla lejos del ojo público, mostrando una vez más su carácter reservado y discreto.
A pesar de las adversidades, la actriz dejó un legado de valentía y determinación, inspirando a quienes la conocieron o admiraron su trabajo. Su primo destacó cómo la finca en Ubaté no solo fue un refugio físico, sino también emocional durante su lucha contra el cáncer.
