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El experimento que comenzó en 1927 y todavía sigue activo

Nombrado “el experimento más largo del mundo” por el Guiness World Records, el experimento de la Gota de Brea está activo desde hace 97 años.

Si a veces los cinco minutos necesarios para que las palomitas se preparen en el microondas te parece un auténtico suplicio, ¿te imaginas tener que esperar casi un siglo para ver el resultado de algo? Pues eso es justo lo que ocurre con un experimento ubicado en la Universidad de Queensland, Australia: lleva activo desde 1927, y todavía no ha llegado a su fin. De hecho, va mucho más allá, ostenta un Récord Guinness como el experimento más largo del mundo.

Es cierto que en el mundo de la ciencia existen experimentos que duran días, meses o incluso años… Pero este los supera a todos. Lo mejor de todo es que este peculiar proyecto, conocido como el «Experimento de la Gota de Brea«, no se trata de una máquina compleja ni de un laboratorio sofisticado. Consiste simplemente en un embudo lleno de brea, una sustancia negra y viscosa, que lentamente deja caer gotas… a razón de una cada varios años. ¿El objetivo? Conocer su viscosidad y conseguir caracterizar este “líquido” de una vez por todas.

DE CLASE DE FÍSICA AL GUINESS WORLD RECORDS

El Experimento de la Gota de Brea nació de una simple intención educativa. En 1927, Thomas Parnell, profesor de física en la Universidad de Queensland, buscaba mostrar a sus estudiantes que algunos materiales no son lo que parecen. La brea, por ejemplo, parece sólida: puedes golpearla, partirla en pedazos, e incluso mantenerla intacta durante años. Pero, en realidad, la brea es un líquido extremadamente viscoso.Para demostrarlo, Parnell calentó un trozo de brea hasta que se derritió y la vertió en un embudo sellado. Después de tres años de espera, cuando la brea ya estaba completamente asentada en el embudo, retiró el cierre para dejar que el líquido comenzara a fluir. Lo que él no sabía era que este experimento iba a convertirse en un fenómeno que superaría su vida y la de muchos de sus estudiantes.

En 1938, cayó la primera gota. Luego, en 1947, llegó la segunda. Desde entonces, las gotas han continuado cayendo a un ritmo pausado pero constante. Y es que la brea es un líquido con una viscosidad extraordinariamente alta. Para ponerlo en perspectiva, en la década de 1980, los investigadores calcularon que la viscosidad de la brea utilizada en el experimento era aproximadamente 230 mil millones de veces mayor que la del agua. Esto significa que la brea fluye tan lentamente que cada gota tarda entre 8 y 14 años en formarse y caer.

LA PACIENCIA Y LAS GOTAS

Aunque pueda parecer que observar gotas de brea caer no tiene mucho de emocionante, este experimento ha estado lleno de sorpresas. Por ejemplo, durante décadas, nadie logró presenciar una caída en directo. El propio Parnell murió sin haber visto siquiera una de las gotas completar su viaje.

En el año 2000, se instaló una cámara para grabar el experimento de forma continua, con la esperanza de capturar el momento exacto. Sin embargo, cuando la octava gota cayó en 2008, un fallo técnico en el sistema de grabación impidió que se capturara el evento. Esto hizo que la expectación por la novena gota fuera aún mayor.Finalmente, en abril de 2024, el mundo entero pudo presenciar cómo una gota de brea completaba su viaje. Fue un momento especial: después de casi un siglo de espera, la caída de la novena gota marcó un pequeño pero significativo hito en este experimento. Ahora, los científicos calculan que la décima gota caerá entre 2032 y 2034. El experimento sigue expuesto en la Universidad de Queensland, accesible para todo aquel que desee admirarlo o intentar presenciar en directo la próxima caída.

Tomado de nationalgeographic

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