La Navidad se instala en Montería: la Feria del Juguete dinamiza el comercio y reactiva el espíritu familiar

La llegada de diciembre ha encendido no solo las luces navideñas en Montería, sino también el movimiento comercial que históricamente caracteriza la temporada. Con la apertura oficial de la Feria del Juguete del Gigante del Hogar, la capital cordobesa vive uno de los momentos de mayor actividad económica y social del año, un evento que se ha consolidado como un espacio clave para familias, comerciantes y para el tejido empresarial local. La feria, instalada en sus sedes del Centro y el Centro Comercial Nuestro, promete ser uno de los epicentros de la dinámica navideña, atrayendo a cientos de ciudadanos que buscan precios accesibles y variedad para sorprender a los más pequeños en Nochebuena.
Lo que podría parecer simplemente un evento de ventas es, en realidad, un reflejo profundo de la transformación comercial y cultural de la ciudad. La Feria del Juguete se convierte en un termómetro social donde convergen expectativas familiares, reactivación económica y tradición. En los pasillos se mezclan los niños que hacen listas mentales de deseos, los padres que comparan precios con prudencia y los comerciantes que ven en esta temporada la oportunidad de equilibrar las cuentas del año. En un contexto donde el costo de vida sigue siendo un reto para amplios sectores de la población, la oferta de productos a precios competitivos adquiere un valor social significativo.
Sin embargo, más allá del componente comercial, la feria evidencia una tendencia regional: la recuperación del comercio físico. Tras años en que la compra digital parecía desplazar las experiencias presenciales, eventos como este reviven la importancia del contacto directo, del “ver y elegir”, del compartir en familia. La feria ofrece desde juguetes educativos y vehículos eléctricos hasta figuras coleccionables y clásicos de siempre, demostrando que el mercado se adapta tanto a las modas internacionales como a las necesidades locales.
Desde el punto de vista económico, los empresarios no ocultan que diciembre es decisivo. El sector juguetero y las tiendas de temporada se juegan hasta el 40 % de sus ingresos anuales en estas semanas, un indicador que convierte a la Feria del Juguete en un motor de actividad no solo para el Gigante del Hogar, sino para los proveedores, transportadores, decoradores y demás actores de la cadena comercial. Montería, en ese sentido, se beneficia de un ciclo virtuoso donde la compra local fortalece el empleo y la circulación de dinero en la ciudad.
En lo social, la feria también se interpreta como un escenario de cohesión comunitaria. La tradición de escoger un regalo no es un simple acto de consumo; es parte del ritual emocional de la Navidad. Las familias recorren juntas los pasillos, los niños expresan su ilusión con naturalidad y los adultos, incluso con recursos limitados, intentan preservar una tradición que forma parte del tejido cultural de la región. En una ciudad donde la vida comunitaria es fundamental, estos espacios permiten reforzar valores afectivos que trascienden lo económico.
Pero el evento también plantea desafíos. El aumento del flujo comercial exige organización en movilidad, seguridad y control de precios. Las autoridades deben vigilar que no haya prácticas abusivas, garantizar entornos seguros y facilitar el tránsito para evitar congestión en zonas comerciales. El éxito de la feria no solo depende de la oferta privada, sino de la articulación institucional que permita que la experiencia sea ordenada y accesible.
Con todo, la Feria del Juguete del Gigante del Hogar representa hoy uno de los motores más fuertes de la Navidad monteriana: un punto de encuentro entre tradición, comercio y emoción familiar. Diciembre no solo trae luces y decoraciones; trae la posibilidad de que las familias recuperen espacios de proximidad y que el comercio local encuentre un impulso necesario. En tiempos en que la economía y la cotidianidad atraviesan desafíos, la feria se convierte en un recordatorio de que la Navidad aún puede unir, impulsar y fortalecer a una ciudad que sabe vivir intensamente esta época del año.



