La negociación del salario mínimo de 2026 entra en su fase definitiva con una fuerte distancia entre las propuestas de empresarios y sindicatos y solo dos días hábiles para intentar un acuerdo.
Los gremios partieron de un aumento de 7,21% pero ahora exploran llevar la oferta a cifras de dos dígitos, mientras las centrales sindicales exigen un 16% y condicionan seguir en la mesa a que la propuesta patronal suba al menos al 10%.
El ministro de Trabajo, Antonio Sanguino, adelanta reuniones bilaterales y ha planteado incluso extender las jornadas “hasta la medianoche” para cerrar una concertación, en medio de una brecha actual cercana a 142.706 pesos mensuales. Desde el sector agrícola, la SAC advierte que la decisión impactará no solo a quienes ganan el mínimo, sino también a millones de trabajadores con ingresos bajos y en informalidad, alertando que un aumento muy alto podría encarecer la formalización y presionar la inflación, dado que muchos cobros siguen atados al salario base.
