Farándula

PÍLDORA LUCTUOSA.

UN TRISTE ADIÓS.

Aunque la voz de un juglar se apague y se silencien las melodiosas notas de su acordeón aquí en la tierra, no cabe duda que alegrarán su morada Celestial al lado de nuestro Padre Creador, y «sin que termine en candela como la fiesta de Rusia» uno de sus peculiares frases y ojalá que allá nadie lo «crea tan de la Doctrina» de donde era oriundo y lo repetía con su característico y permanente humor.

Un triste adiós hasta la eternidad al gran canta-autor Pablo Díaz que tantos momentos alegres nos hizo pasar. Paz en su tumba, fortaleza y solidaridad para su familia.

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