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¿Por qué en el caribe colombiano prenden las velitas en la madrugada?

Cada 7 de diciembre, el Día de las Velitas ilumina los hogares de los colombianos. Sin embargo, en la región Caribe, esta tradición tiene un giro especial: muchas familias inician la celebración en la madrugada del 8 de diciembre. Esta particularidad está arraigada en los departamentos de Bolívar, Atlántico, Magdalena, Sucre, Córdoba, La Guajira y Cesar.

velitas
Imagen de referencia – noche de velitas

Según la tradición católica, las velas encendidas simbolizan la luz divina y el agradecimiento. Aunque esta celebración tiene raíces religiosas, en la Costa ha evolucionado hacia una herencia cultural única. Este día, lleno de luz y unión familiar, está estrechamente ligado a la celebración religiosa de la Inmaculada Concepción de la Virgen María, conmemorada el 8 de diciembre, fecha reconocida como festivo nacional en el país.

Velitas en la madrugada

Este momento clave ocurre antes del amanecer del 8 de diciembre. Esta particularidad tiene varias explicaciones. Por un lado, está influenciada por el deseo de iniciar el día festivo con luz, esperanza y buenos deseos y darle la bienvenida a la Inmaculada Concepción. Por otro lado, refleja una adaptación al clima cálido de la región, ya que las horas frescas de la madrugada son ideales para salir a las terrazas y calles a celebrar, según explicaciones del medio del Caribe colombiano.

En ciudades como Valledupar, es común que las familias se levanten alrededor de las 2:00 a.m. para encender las velas en las terrazas o entradas de sus viviendas. Este acto está acompañado de la decoración con faroles, que varían en forma y color, creando un paisaje luminoso que dura hasta el amanecer. Por su parte, en Sincelejo y sus corregimientos, las comunidades organizan encuentros para adornar los frentes de las casas de manera uniforme.

Las velas que se encienden no son escogidas al azar, puesto que los colores y las formas tienen un significado profundo. Las velas blancas representan paz y pureza, las rojas son para el amor, las verdes piden por la salud y la prosperidad, y las amarillas invocan la abundancia. Encenderlas en la madrugada no solo honra a la Virgen María, sino que también es una forma de comenzar el día con energía positiva y buenos deseos para el futuro.

Además, es común que en estas reuniones familiares y vecinales se compartan alimentos típicos de la región. Chocolate caliente con pan o buñuelos suelen ser parte del menú, fortaleciendo el sentido de comunidad y la alegría de compartir y darle la bienvenida a la Navidad.

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