De acuerdo con el expediente judicial y los exámenes psicológicos practicados al menor, el joven habría actuado movido por un profundo malestar emocional derivado del ambiente familiar. Las autoridades determinaron que la escena se desarrolló mientras la madre del menor se encontraba fuera de casa.

Durante su declaración, el adolescente reveló detalles sobre el momento en que tomó la decisión de cometer el doble crimen, afirmando que se sentía afectado por la forma en que su padre trataba a los miembros del hogar.

“Me molestaba cómo nos hablaba, especialmente a mi mamá. Bajé pensando en hacerle daño”, declaró en el proceso judicial.

Aunque en principio negó haberlo planeado, luego reconoció que había reflexionado sobre cómo hacer que el ataque fuera fatal, mencionando conocimientos que recordaba de clases de biología.

“Sabía que ciertas partes del cuerpo eran muy delicadas. Pensé que si lo hacía ahí, no sobreviviría”, relató el menor, quien admitió haber usado un cuchillo de cocina.

La tragedia también cobró la vida de su hermana menor, presente en el lugar. Según la investigación, el joven actuó sin que existiera intervención o conocimiento previo de su madre, razón por la cual la Fiscalía solicitó la preclusión del proceso en su contra.

El menor fue condenado a seis años de internamiento en un centro especializado para adolescentes, que representa la pena máxima en el marco del sistema penal juvenil colombiano. Según su defensa, ha manifestado interés en estudiar Derecho en el futuro.

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