Córdoba

En Puerto Libertador falleció, el rector del Centro Educativo Pablo VI.

Un repentino infarto cardíaco apagó la vida del docente Libardo de Jesús de Aguas Coronado, un hombre cuya existencia estuvo marcada por la vocación de servir, por la lucha incansable en favor de la educación rural y por un compromiso que iba más allá de las aulas.

El profesor se desempeñó como Director (e) del Centro Educativo Rural Pablo VI de Puerto Libertador, donde fue mucho más que un directivo, fue un guía, un pilar fundamental en la formación de generaciones de niños y jóvenes que, en medio de las dificultades propias del contexto, encontraron en él no solo conocimientos, sino esperanza.

Según señaló el medio informativo Caribe Noticias 24/7, su nombre resonaba en cada rincón donde la educación enfrentaba desafíos. Era el maestro que nunca abandonó, el líder que supo sembrar en cada estudiante el amor por el aprendizaje y la convicción de que la educación es la llave para un futuro mejor.

Hoy, la comunidad educativa llora su partida. Los pasillos de su escuela parecen vacíos sin su presencia, el eco de su voz se ha extinguido, pero su legado permanece. En cada niño que soñó gracias a sus enseñanzas, en cada maestro que vio en él un modelo de entrega y dedicación, en cada familia que encontró en su labor una luz de esperanza.

Paz para su Alma y mucha fortaleza para todos sus familiares y amigos.

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