Luz Tapia y la consagración silenciosa del talento colombiano en Brasil

La arquera cordobesa Luz Katherine Tapia Ramírez volvió a escribir su nombre en la historia del fútbol femenino sudamericano al consagrarse bicampeona del Torneo Paulista femenino con Palmeiras, uno de los campeonatos estaduales más exigentes y prestigiosos de Brasil. El título, logrado tras imponerse en el marcador global 5-2 frente a Corinthians, no solo confirma la solidez deportiva del club paulista, sino que ratifica el impacto creciente de las futbolistas colombianas en ligas de alto nivel competitivo.
Aunque el partido de vuelta, disputado este domingo, terminó con victoria 1-0 para Corinthians gracias al gol de Gabriela Zanotti, el amplio triunfo 5-1 obtenido por Palmeiras en el duelo de ida fue determinante para sellar la corona. En ese compromiso decisivo, Luz Tapia fue titular y disputó los 90 minutos, respondiendo con seguridad y liderazgo bajo los tres palos en un escenario de alta presión, como lo es un clásico paulista femenino.
Desde una mirada periodística, el logro de Tapia trasciende el resultado puntual. Ser bicampeona en Brasil no es un detalle menor: el Torneo Paulista reúne a algunas de las mejores estructuras del fútbol femenino en América Latina, con clubes que invierten, compiten y proyectan a sus jugadoras hacia torneos internacionales. En ese contexto, que una arquera nacida en Lorica, Córdoba, se consolide como pieza clave de Palmeiras habla del nivel y la proyección del talento colombiano.
El partido también tuvo protagonismo tricolor más allá del arco. Ana María Guzmán, lateral colombiana, fue inicialista y jugó hasta el minuto 74, cuando fue reemplazada por su compatriota Greicy Landázury, mientras que Yoreli Rincón integró el banco de suplentes. La presencia de varias futbolistas colombianas en una final de esta magnitud refuerza la idea de que Colombia ya no es solo exportadora ocasional de talento, sino un semillero constante para el fútbol femenino internacional.
Cabe destacar que Tapia y Rincón ya habían levantado este mismo trofeo en la temporada anterior y que, además, en 2025 también se proclamaron campeonas de la Copa de Brasil, consolidando un ciclo exitoso con Palmeiras. Estos títulos consecutivos no solo enriquecen su palmarés personal, sino que fortalecen la imagen del fútbol femenino colombiano en el exterior, donde cada vez más jugadoras logran continuidad, títulos y protagonismo.
En un país donde el reconocimiento al fútbol femenino sigue siendo desigual, historias como la de Luz Tapia adquieren un valor simbólico y deportivo. Su bicampeonato no llega desde el ruido mediático, sino desde la constancia, el rendimiento y la disciplina. Es el reflejo de una generación de futbolistas que, lejos de casa, están construyendo prestigio para Colombia en escenarios internacionales de alto nivel.
El título paulista de Palmeiras no es solo una estrella más para el club; es también una victoria para el fútbol colombiano, que encuentra en jugadoras como Luz Tapia referentes silenciosos de un proceso que avanza, gana y se consolida fuera de las fronteras.



